El tío Genaro nació a principios del siglo XIX en Madridejos (Toledo). Tras una vida dedicada a cuidar y trabajar en el molino de viento que lleva su nombre, acumula un millar de historias y anécdotas. Persona sencilla, dada a los chascarrillos y al humor espontáneo, este hombre, todo corazón, regala momentos mágicos.
Es fácil reír con sus bromas y ocurrencias mientras nos confiesa sus experiencias en el pasado; un tiempo de vivencias a flor de piel y un marcado instinto de supervivencia.